domingo, 7 de diciembre de 2014

el cielo reflejado


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me recuerda tanto a mi pueblo (que no está tan lejos) Adoro esta época de hielo y musgo en las piedras. Añoro ser un niño y afrontar (el frío, el agua...) sin darle muchas vueltas.
Besos!
Jj